Allá por 1981, siendo ya, desde hacía tiempo, una mujer económicamente independiente, Clara Coria se sintió preocupada e intrigada por haber descubierto en su propia persona obstáculos que le limitaban en las prácticas con el dinero.
Así pues, resolvió indagar este fenómeno en sí misma y en otras mujeres. Decidió darle a sus indagaciones un marco teórico que le permitiera reflexionar, comparar y extraer hipótesis para contribuir a esclarecer este misterio de la independencia sin autonomía.
Eligió como metodología de trabajo la de los grupos de reflexión, introduciendo algunas modificaciones pertinentes al tema y al hecho de ser, grupos exclusivos de mujeres. Elaboró algunas hipótesis y escribió artículos que fueron expuestos en su país y en el extranjero, sobre la problemática que llamó, en sus comienzos, «Mujer y Dinero».
Finalmente —tal como había sospechado y previsto desde un principio— realizó grupos de reflexión exclusivamente con hombres, para añadir a este complejo mosaico de las prácticas del dinero en nuestra cultura, algunas de las vicisitudes que también los hombres deben enfrentar. Y además, porque cómo todo el mundo sabe —y si no esta es la oportunidad de enterarse— lo que afecta a la mitad de la humanidad, afecta necesariamente a la otra mitad.
A medida que fue desarrollando la técnica de los grupos y talleres, los diversos proyectos le fueron dando un material de reflexión muy rico. De allí fue surgiendo la idea de darles forma de libro como recurso para poder compartir con un público más amplio, tanto los contenidos de esos talleres como sus propias reflexiones. Así surgieron, además de una buena cantidad de artículos y conferencias, estos libros.